miércoles, enero 19, 2005

CONTINUAN LAS AUDIENCIAS DEL CASO SANDRA

¿QUÉ HA PASADO Y QUÉ PUEDE PASAR?

La joven Sandra Orejarena, de 19 años en el momento de los hechos, el 6 de noviembre de 2003, denunció al Doctor Jorge Enrique Orejarena, entonces diputado de la Asamblea Departamental de Santander, por acceso carnal violento en estado de indefensión, mediante el suministro de una droga con la que la persona pierde la voluntad y queda sujeta a la voluntad de otro.

Con base en las contundentes pruebas entregadas por los expertos de Medicina Legal - entidad oficial de máxima autoridad, acreditada e idónea para los dictámenes en casos de agresión sexual -, el señor fiscal dictó medida de aseguramiento al acusado, quien está detenido desde entonces.

El 11 de agosto de 2004, se realizó la primera audiencia pública, que fue aplazada porque algunas pruebas solicitadas con anterioridad no llegaron. Hubo que esperar hasta el día 14 de enero del presente año para efectuar la audiencia pública aplazada. La cual nuevamente fue postergada porque según lo informado en el momento “no llegaron los peritos de Bogotá”. Se programó nuevamente la audiencia para el día viernes 21 de enero a las 8 de la mañana.

¿Qué ha pasado y qué puede pasar? ¿Por qué las organizaciones de mujeres y demás personas debemos estar pendientes de este caso emblemático del derecho a la Verdad, Justicia y Reparación que se debe garantizar también a las víctimas de abuso sexual?

Inicialmente la defensa del “honorable diputado”, consideró oportuno investigar a la víctima para “demostrar” así la inocencia y respetabilidad de su apoderado, poniendo en duda la reputación de la afectada. Este es un enfoque machista que da a suponer que según su conducta previa y hábitos de vida, una mujer puede ser violada sin que esto sea un delito. La abogada de Sandra tuteló tales procedimientos de la defensa y la tutela le fue negada.

Parece que ahora la defensa del ya no tan honorable ex diputado, tratará de invalidar el dictamen de medicina legal y argumentar que la joven Sandra no fue puesta en estado de indefensión, muy a pesar de las pruebas y señales que su cuerpo presentó.

Nos inquieta que los privilegios de un hombre con poder político, puedan interferir las decisiones imparciales de la justicia, creando así un precedente negativo para las miles de víctimas de violencia sexual y las pocas que se atreven a denunciar.

Invitamos a las organizaciones de mujeres y las personas preocupadas por la justicia a mantenerse alertas para asegurar un juicio justo y transparente en el caso de Sandra contra el señor Orejarena, lo cual todavía es posible.

Bucaramanga, 19 de enero de 2005.